Deconstruyendo los medios

Cómo adaptar las empresas de comunicación al entorno digital

¿Cómo ha afectado la digitalización a los medios de comunicación tradicionales? ¿Cómo se puede actuar sobre la cultura organizacional para impulsar la transformación digital de la redacción? Muchos pensaron que el periodismo digital era una moda que pasaría de largo. Pero no ocurrió. Después llegó la crisis y no faltaron las voces que alertaban de que aquello sería una recaída transitoria y que, recuperada la economía, todo volvería a su cauce. Lejos de ser así, la pandemia ha actuado como un nuevo acelerador de cambio necesario. Ha llegado la hora de saber cómo transformar los medios para adaptarlos a la era digital. Se requieren nuevas respuestas sobre el propósito último de las organizaciones periodísticas, y saber cómo transitar hacia una cultura que facilite una transformación digital exitosa. En estas páginas conoceremos los retos a los que se enfrentan los medios en su camino hacia esa transformación, así como la necesidad de cambiar la cultura de las organizaciones para configurarse en comunidades de interés. «Explica de forma amena y clara cuáles son los retos a los que se enfrentan los medios de comunicación a medio plazo. Es perfecto para entender el preocupante panorama actual en el sector de la información». Pablo Romero, redactor de Derechos Digitales, Tecnología y Defensa (Público).

Lo que un líder no debe delegar

Crea una empresa admirada

En la actualidad existe una demanda de líderes que sepan resolver problemas, actuar con asertividad, dar respuestas rápidas y tener facilidad para conectar con las personas. Para muchos de ellos la tarea de transformar organizaciones representa un reto difícil de alcanzar en un entorno cada vez más competitivo y exigente. En este contexto de cambios e incertidumbre, el recurso más urgente y escaso es el liderazgo. Con una prosa ágil y concreta el autor nos ofrece las pautas para abandonar viejos paradigmas de liderazgo y así poder dirigir las empresas con propósito y humanidad. Ser una empresa admirada implica no solo tener éxito económico, sino lograr que los colaboradores vean a la organización como un buen lugar para trabajar. La competencia más importante para un directivo en este mundo de cambios exponenciales es su capacidad creativa, de innovación, resiliencia y pensamiento crítico. El autor nos dice que “un líder es aquel que lleva a los demás a lugares a donde no se atreverían a ir solos”, es por esto por lo que, es tan difícil encontrar en este poblado mundo personas con capacidades óptimas para dirigir grupos.