El cielo trepanado

Sobre Hospital Británico de Héctor Viel Temperley

El cielo trepanado. Sobre Hospital Británico de Héctor Viel Temperley (Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas 2019) es, al mismo tiempo, un homenaje y una exploración. A través de una mirada lúcida y empática, en la que converge el análisis de textos con una búsqueda profunda para aprehender el sentido de una obra casi metafísica, llena de dudas y hallazgos, de abismos y epifanías, Adán Medellín ofrece al lector un texto notable, reflejo de la creencia de Héctor Viel de que la función de la poesía es “traspasar las fronteras de la realidad degradada y aparente que llamo mundo, para ir al otro reino y volver a los hombres a esa zona donde el hombre y la divinidad se alimentan mutuamente”.

El número pitagórico,

La presente obra estudia la matemática pitagórica dentro de la tradición de los cuatro grandes saberes, o mathémata: la aritmética, la geometría, la armónica y la astronomía, que han definido el cauce de la enseñanza tradicional respecto del número (arithmós). Los estudios sobre la aritmética, las virtudes (aretaí) en el más amplio sentido, el ritmo y el arte han encontrado en estos basamentos su propia originalidad y proyecciones. En esta presentación de Francisco García Bazán –principal referencia de los estudios sobre el neoplatonismo y el gnosticismo– la filosofía de la matemática de los pitagóricos y su simbología se revelan a través de sus testimonios, pero asimismo se analizan sus influencias en la ética, la filosofía del derecho, la metafísica y la teoría poética. El libro se completa con el agregado de un Apéndice de textos pitagóricos traducidos por primera vez al español. En este estudio de Francisco García Bazán se encuentran claves precisas para quienes quieran aproximarse a la comprensión auténtica del simbolismo sagrado del número a través de fuentes legítimas.

Somos lo que decimos

Sin afanes académicos, Ricardo Ancira se propone atrapar la estructura de nuestro pensamiento a través de las expresiones que los mexicanos usamos para comprendernos a nosotros mismos, entender al otro y relacionarnos con el mundo. Más allá de los grandes estudios sobre el ser del mexicano, que buscan comprender nuestra esencia a partir de la filosofía o del mito, el autor nos traza, desde un tono irónico y en ocasiones sarcástico, un retrato fiel de este momento histórico. Al hacerlo nos demuestra —con una lucidez pasmosa y no siempre agradable— que, efectivamente, somos lo que decimos.

Dioniso

Eros creador y mística pagana

“Hay imágenes –dice Mujica en el prólogo a este ensayo–, algunas pocas, que el tiempo no borra, más bien las pule, les da brillo, las bruñe espejo; son esas de los mitos, las religiones, la tradición, el arte… Íconos en los que todavía podemos mirarnos, reconocer y proyectar; son las que permanecen contemporáneas no en las respuestas que dieron a su época sino en las preguntas que formulan a la nuestra, en las respuestas que nos instan a buscar. Imágenes, tan insondables algunas, como la de Dioniso, “el dios venidero”, como Hölderlin lo llamó. Dios, según Hefesto, que lo es creando lo que es, revelando la posible fecundidad de sí, las imágenes de la propia imagen que cada uno puede imaginar para y en sí mismo, las que imaginando podemos crear, las que podemos llegar a ser. Crear es el verbo y la insistencia de la vida. Soy lo que le está aconteciendo a la vida ahora, en este ahora que ella me acontece a mí; somos su creación si la creamos y la creamos si nos dejamos por ella originar. Dioniso y dionisismo son nombres de un acontecimiento, nombres que albergan una poíesis, una ontología del devenir, o, en palabras más amables, un deseo de ser, una erótica de la creación. Un devenir, una transfiguración, no como futuro temporal sino como un acaecer presente, como un manantial, una fuente, un brotar, ya, aquí. Desde aquí. Eso sí, creo que ni siquiera habrá un dios que nos salve si abdicamos ante la idolatría de lo dado y lo que ya se sustantivó, si nos postramos ante el culto de la objetividad con su mito del mundo como cosa hecha, y, consecuentemente, su haber despojado a la existencia de su perenne estado de epifanía. No, no habrá salvación si no nos dejamos arrobar por el asombro de ver surgir desde lo que no es lo que llega a ser, si desterramos de nuestro hacer ese crear y de nuestra mirada el asombro; si no llegamos a amar cuanto vive por la vida misma que en lo vivo se ama. No, ni un dios podrá salvarnos si no lo creamos a él”.

Seis lecciones de dibujo

Traducido por Claudia Massa

«William Kentridge es uno de los artistas más innovadores de nuestro tiempo en diversos medios. Es asimismo un pensador extra-ordinariamente claro y elocuente. Sus Seis lecciones de dibujo nos ofrecen el privilegio de comprender mejor su práctica en el estudio, así como una esclarecedora explicación de la filosofía o antifilosofía que subyace en su arte.” John M. Coetzee. Cuando decimos que hay un caballo, queremos decir que hay algo sobre la hoja que activa en nosotros el reconocimiento de CABALLO. Aquí hay una diferencia significativa entre saber y reconocer. Si le pedimos a alguien que haga un dibujo de un caballo empinado sobre las patas traseras, veremos que no es fácil… ¿Cuán por debajo del anca están los cascos? ¿Cuál es el ángulo entre la mandíbula y el ala del atlas? ¿Cuál es la relación entre la cruz del caballo y su cresta y lomo? ¿Qué curvatura de la espina dorsal puede soportar el vientre? ¿Cómo es la articulación entre la parte inferior del muslo y el espolón? Pero si movemos los trozos de papel y los acomodamos, el caballo se empina frente a nosotros. Algo que no sabemos que sabemos. Algo que podemos reconocer sin saber. Esta urgencia de significado, el hecho de tomar los fragmentos y completar la imagen, está presente no solo cuando observamos sombras, sino también en todo lo que vemos. Aquí el acto de ver se convierte en una metáfora de todas las imágenes y de todos los modos en que comprendemos el mundo.

El buen relato

Conversaciones sobre la verdad, la ficción y la terapia psicoanalítica. Traducido por Elena marengo

El buen relato reúne conversaciones entre un escritor que se interesa por la psicología moral y una psicoterapeuta con formación literaria. Los autores hablan de la psicología individual y también de la psicología de los grupos: la clase escolar, las pandillas, las naciones de colonos, que tienen que aco-modar en la historia nacional las acciones brutales de los antepasados. Inspirándose en grandes escritores y en psicoanalistas, estos textos nos iluminan con respecto a cómo relatamos nuestra vida.

Las manos de los maestros (Vol. I)

Ensayos literarios. Traducido por cristina piña

“Si algo caracteriza a los ensayos de J. M. Coetzee es la mirada singular que el autor dirige a los escritores, libros y otros obje-tos culturales sobre los que elige hablar. Por un lado, aparece la perspectiva del especialista que maneja una sólida bibliografía teórica, proveniente, para la literatura, de la lingüística en la que se formó el psicoanálisis freudiano-lacaniano y los pensadores franceses post-estruc-turalistas, y en el caso de sus incursiones en la cultura sudafricana, de historiadores y filósofos del arte, antropólogos y demás eruditos. Pero, por el otro, a esos que llama con justicia ‘maestros’ los aborda desde la mirada sensible del escritor, el amante de la pintura y el melómano”, Cristina Piña.

Los maestros de la sospecha

Marx, Nietzsche y Freud

Hay pensadores que adquieren la categoría de acontecimiento porque después de ellos la manera de pensar se transforma radicalmente. Pensar la historia, Dios, el hombre o la libertad después de los maestros de la sospecha es un ejercicio muy sugerente. Marx, Nietzsche y Freud hacen tambalearse los pilares de la civilización occidental: son los epicentros de un movimiento sísmico que transforma sustantivamente el orden de las cosas. Nada volverá a ser pensado de la misma forma. Nadie queda impune tras pasar por los maestros de la sospecha, ellos purifican la imagen de Dios y la vivencia religiosa. Sin quererlo, nos ayudan a practicar esta sospecha respecto a nuestras propias creencias y a vaciar la mente de estas divinidades antropomórficas que tendemos a forjarnos. En esta obra, Francesc Torralba expone con claridad y rigor la aportación de cada uno de los autores estudiados a la crítica de la religión y de la Antropología heredada.

Luna roja

Horizontes y ensayos

Luna Roja, Horizontes y ensayos, de Fernando Solana Olivares, es el testimonio de un testigo crítico de nuestro tiempo. A lo largo de sus páginas, el autor nos comparte su mirada sobre la realidad de México y del mundo. Lo hace sin concesiones, con una lucidez fría. A pesar de las múltiples amenazas contra la cultura y nuestra convivencia democrática, Solana, humanista de la tradición de Montaigne, no pierde la esperanza.

Mecanismos internos

Ensayos literarios 2000-2016

En estos 22 ensayos sobre diversos escritores de distinta nacionalidad se manifiesta cómo la vida enciende la literatura y en qué medida la literatura auténtica es reflejo de experiencias intensas. Así como las novelas y cuentos de John Maxwell Coetzee dan cuenta de las profundidades humanas en sus aspectos oscuros y luminosos, en Mecanismos internos su mirada se enfoca en el hilo sutil que une la vida y la obra de autores que han sido un testimonio de la historia tremenda del siglo XX. Las vivencias trágicas de Benjamin, Celan, Schulz; la reflexión extrema de Musil, Faulkner, Beckett; el vitalismo de Whitman y García Márquez aparecen retratados en estas páginas con un estilo singular de proximidad y empatía. Coetzee nos brinda sutiles observaciones en un lenguaje muy claro acerca de algunos de sus interlocutores literarios dilectos (ltalo Svevo, Robert Walser, Joseph Roth, Sándor Márai, Günter Grass, W. G. Sebald, Hugo Claus, Graham Greene, Saul Bellow, Arthur Miller, Philip Roth, Nadine Gordimer, Antonio Di Benedetto y V. S. Naipaul, además de los ya mencionados). Los ensayos dedicados monográficamente a cada autor nos invitan a una aproximación directa del ser humano que late detrás del texto como un preámbulo exquisito a la lectura de su obra.