Tu marido se ha pasado de la raya coqueteando en una cena, cuando hablas con él te aconseja ser menos insegura y controladora… Tras una larga discusión, te acabas disculpando. Tu madre menosprecia la ropa que usas, tu trabajo y tu novio, en vez de reaccionar, te preguntas si tendrá razón. Abre los ojos, El efecto luz de gas, es una forma de maltrato sutil y perverso que se ejerce de forma continua, mediante un acoso constante que busca desgastar la autoestima y la confianza en sí misma de la víctima —mujer, en la mayoría de los casos— hasta el punto de anularla. Es una forma de violencia psicológica devastadora en la que, quien la sufre, llega a sentirse culpable de las conductas tóxicas del maltratador. Son diversas las formas en las que puedes estar siendo sometida a la luz de gas: supeditas la opinión que tienes de ti misma a la aprobación de tu pareja, temes errar en tareas domésticas o disculpas constantemente el comportamiento de tu cónyuge ante los demás. Te cuesta tomar decisiones y dudas de ti misma… Te sientes triste y agotada.
Año de Publicación | 2019 |
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Formato | Rústica |
Medidas | 23×15 |
No. de Páginas | 360 |
No. Edición | 1 |
Peso | 530 |
Autor |
Stern, Robin |
Sello editorial |
Editorial Sirio |
Efecto luz de gas
Detectar y sobrevivir a la manipulación invisible de quienes controlan tu vida
Tu marido se ha pasado de la raya coqueteando en una cena, cuando hablas con él te aconseja ser menos insegura y controladora… Tras una larga discusión, te acabas disculpando. Tu madre menosprecia la ropa que usas, tu trabajo y tu novio, en vez de reaccionar, te preguntas si tendrá razón. Abre los ojos, El efecto luz de gas, es una forma de maltrato sutil y perverso que se ejerce de forma continua, mediante un acoso constante que busca desgastar la autoestima y la confianza en sí misma de la víctima —mujer, en la mayoría de los casos— hasta el punto de anularla. Es una forma de violencia psicológica devastadora en la que, quien la sufre, llega a sentirse culpable de las conductas tóxicas del maltratador. Son diversas las formas en las que puedes estar siendo sometida a la luz de gas: supeditas la opinión que tienes de ti misma a la aprobación de tu pareja, temes errar en tareas domésticas o disculpas constantemente el comportamiento de tu cónyuge ante los demás. Te cuesta tomar decisiones y dudas de ti misma… Te sientes triste y agotada.