
Asensio, Albert
Nací un domingo del mes de marzo. Ya de pequeño me fascinaba todo lo que tenía relación con volar. No tenía más de siete años cuando decidí que quería ser piloto para viajar bien lejos; pero el tiempo pasaba y la nave no llegaba. Hacia los 11 años, pensé que la mejor manera para conseguir viajar a nuevos mundos era dibujar, ¡y resulta que se me daba bien! “Con el dibujo no se gana la vida”, me dijeron. Me fui a vivir a la ciudad para convertirme en diseñador gráfico. Pero el gusanillo del lápiz continuaba vivo y me empujó a hacer un posgrado de ilustración, que me permitió dar vida a mis personajes y, así, poder vivir como ilustrador.

Lagarriga, Didac P.
Nací en São Paulo, un país con una de las selvas más grandes del mundo, Brasil. Allí, dicen, ¡todo es grande! Cuando, de pequeño, llegué a Barcelona, lo primero que hice fue contraer un buen resfriado. Desde entonces, no he hecho muchas cosas, excepto embobarme y andar. Y cuando me embobo y ando mucho, escribo. Para mí, escribir es la úni-ca ocasión que tengo de verme las raíces, unas raíces que a menudo toman forma de libro y viajan por casas, librerías y bibliotecas. ¿Sabéis qué me gusta más de cuando me embobo, ando y escribo? Escuchar. Escucharlo todo muuuy atento y, sobre todo, agradecido de poderlo hacer.