¿Has visto alguna vez besar a una estatua? Pues hay quien lo ha hecho por amor… Érase una vez en tiempos antiguos, un fresco valle donde había un templo y en éste, la estatua de una mujer llamada Namea. Se trataba de una estatua de tamaño real, normal y corriente, pero sin embargo era especial. ¿Por qué? Porque era la estatua de un oráculo.