El camino perfecto

El libro que tienes en tus manos es un texto muy singular. Es el primer libro del místico contemporáneo Osho. Al empezar su vida pública, durante los retiros de meditación vivenciales, Osho –que en aquel momento era profesor de filosofía en la universidad de Jabalpur– introducía a la gente a una nueva y particular forma de entender la meditación. Este libro es el primer documento publicado sobre su primer retiro de meditación en Rajastán, India. Desplegando todo su talento y capacidad comunicativa, Osho nos ofrece una versión condensada de su concepción de la meditación y nos va guiando con lucidez hacia el mundo interior del ser, la zona del silencio. Osho habla directamente al individuo. No le habla a un colectivo abstracto o a la humanidad, ni a una congregación definida por la religión, la nacionalidad o la raza, sino al individuo como elemento fundamental de la existencia. “Un individuo es esa parte del todo a través de la cual tiene lugar la evolución y la revolución: tú eres esa parte”: Osho.

En busca de la paz

Cuando, por un instante, la mente se queda en silencio, podemos sentir un atisbo de paz. Todo se ilumina por un momento y luego vuelve a quedarse absolutamente a oscuras. La mente es la oscuridad; pero si permanece en silencio un instante, se revela la luz del alma que se oculta detrás. ¿Por qué sucede que, a pesar de que hay un profundo anhelo de paz en el mundo, cada día se libran guerras? Y ¿por qué, a pesar de que hay tanta gente que desea la paz en sus vidas, esta parece ser una imposibilidad? Osho nos explica cómo la paz puede convertirse en una realidad si se abandonan las prácticas religiosas rígidas y las ideologías políticas. La clave reside en la transformación, externa e interna, individual y colectiva. Y Osho nos muestra cómo puede alcanzarse a través de la meditación.

Políticos y sacerdotes

La mafia del alma

Osho nos invita a examinar -a través de su agudo lente- la profunda influencia de la religión y la política en la sociedad y, en particular, en nues-tro mundo interior. Desvela que hemos interiorizado y adoptado como nuestros los valores y sistemas de creencias de los «poderes fácticos», encasillándonos y aprisionándonos, cercenando trágicamente nuestra libertad y visión del mundo. Existe, no obstante, la posibilidad de un mundo nuevo; pero solo si entendemos con claridad cómo ha funcionado hasta ahora el rol manipulador de los cléri-gos y los políticos y nos responsa-bilizamos y tenemos el coraje de convertirnos en un nuevo tipo de ser humano.