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El día de ir y venir

Formato	Pasta Dura
Medidas	24.5×28.5
No. de Páginas	40
No. Edición	1
Peso	465
Autor	Allard, Alain, Cabassa, Mariona
Sello editorial	Fragmenta Editorial

Formato	Pasta Dura
Medidas	24.5×28.5
No. de Páginas	40
No. Edición	1
Peso	465
Autor	Allard, Alain, Cabassa, Mariona
Sello editorial	Fragmenta Editorial

El día de ir y venir

Allard, Alain, Cabassa, Mariona

ISBN: 9788415518525 Categorías: Literatura, Ficción

Era el día de Ir y Venir. Todo el mundo iba o venía de algún lugar. Durante miles de años los seres humanos habían sido nómadas. Habían seguido los ritmos de la tierra, el recorrido del sol y la danza del tiempo. Habían aprendido a conocer las hierbas y a oler la llegada de la lluvia. Habían viajado por todos los rincones del mundo, navegado por los ríos y dormido en las colinas. Ahora, en cambio, tenían casas, y apenas se movían durante la mayor parte del año. Ya casi no miraban al cielo y, para muchos, el mar y las estrellas estaban lejos, muy lejos. Se decía que se habían asentado y que nunca más serían errantes. Pero en el fondo de sus corazones, muy adentro, sabían que el cambio está siempre presente, y que lo que parece quieto solo lo está por un instante.

Primer capítulo
Información del Autor

Allard, Alain

Nací en 1956 y crecí en la Suiza francófona y en Inglaterra. Estudié filosofía y psicología en la Universidad de Oxford antes de dejarlo todo para viajar y para trabajar como pastor en Escocia y como aprendiz de carpintero en Holanda. Pasé 12 años trabajando como constructor y ebanista mientras vivía en Francia, Nueva Zelanda e Inglaterra. A los 30 me convertí en psicoterapeuta y empecé a ejercer como profesor de movimiento por todo el mundo.

Cabassa, Mariona

Nació y vive en Barcelona. Siempre ha dibujado, aunque acostumbra a decir que pudo haber sido ceramista, pastelera, joyera, florista…, cualquier profesión que le permitiera expresarse artísticamente y trabajar con las manos. Estudió diseño gráfico en la escuela Massana, pero un par de años más tarde comprendió que necesitaba más pinceles, más lápices y menos pantallas de ordenador. Después fue a Estrasburgo para aprender sobre ilustración y grabado. Se dedica desde hace bastantes años a dibujar libros para niños. Cuando no dibuja baila, que es su otra pasión.